Recursos humanos para mejorar organizaciones

¿Quieres ser gerente? ¡PREPÁRATE!

Recursos humanos para mejorar organizaciones

Uno de los puestos más codiciados es el de gerente, entre otras cosas porque se supone que implica más remuneración, más prestigio y más beneficios. Pero también conlleva más responsabilidades y, lo que es seguro, a los que ostentan ese cargo se les exigen más competencias y habilidades que a la media. Porque déjame decirte que no es un puesto fácil, y hablo desde mi experiencia de 25 años en el cargo en diferentes empresas.

Tendrás que trabajar duro y formarte en múltiples disciplinas porque es un puesto que exige conocimientos en un montón de temas".

Así que lo dicho, si quieres ser gerente tendrás que trabajar duro y formarte en múltiples disciplinas porque es un puesto que exige conocimientos en un montón de temas: financieros, recursos humanos, comerciales, estratégicos, gestión y planificación, también de gestión de la felicidad, y eso, entre muchos otros. Además, deberás ser altamente tolerante a la frustración y, sobre todo y por encima de todo, trabajar por resultados. Porque ten claro que por mucho que haya avanzado la sociedad te seguirán midiendo por lo que consigas.

Complicado, ¿verdad? Son muchas cosas, pero si aún no estás asustado y sigues leyendo estamos en el buen camino. Antes sólo se buscaba a alguien con una licenciatura y dotes de mando. Hoy a un gerente se le pide mucho más, porque lo que antes hacían tres o más personas, hoy lo hace una sola. De hecho, estos son varios de los cargos inherentes al puesto: director, administrador, apoderado, asesor, gestor, organizador, jefe, mánager, representante, paño de lágrimas, pozo sin fondo… Y así podría seguir y seguir y seguir.

Pero ¿cuáles son las competencias que se piden para ser gerente y en las que tendrás que formarte y ganar experiencia para conseguir el puesto y tener éxito? Empieza a apuntar:

Trabajan PARA el equipo. Y para mí este es el punto más importante. Sin equipo no hay gerente. Y es el gerente el que debe trabajar para ellos, nunca al revés".

  1. Trabajan PARA el equipo. Y para mí este es el punto más importante. Sin equipo no hay gerente. Y es el gerente el que debe trabajar para ellos, nunca al revés.
  2. Son Coach-Pro. Tienen que tomarse el tiempo de hacer que su equipo entienda, comparta y, lo más difícil, que haga suyo cada objetivo.
  3. Son mejores que Matías Prats, aunque una referencia más actual sería Ibai Llanos. Deben ser grandes comunicadores, lo que implica que tienen que contar e informar al equipo, pero ojo, también tienen que escuchar mucho. Incluso diría que van a escuchar de todo ☺.
  4. Disfrutan siendo jardineros. Porque lo que más les preocupa es el cultivo del talento y el crecimiento de su equipo y de las personas que lo componen.
  5. The Rock. Su resistencia emocional debe ser muy muy alta, porque son los que aguantan más presión, y lo que es más importante: la aguantan solos porque no la sueltan a toda la organización. Permanecen tranquilos, serenos, y son el ancla que el equipo necesita, sobre todo, cuando hay tormenta.
  6. Juez del tribunal supremo. Tiene que ser justo y ecuánime, porque sino no se gana el respeto del equipo.

7. Empujador. Sí, existe esa palabra en el diccionario de la RAE. Y quiere decir lo que estás pensando: el que empuja. Tienen que ayudar a los miembros de su equipo a sobresalir y ayudarles a conseguir que lleguen incluso más alto que él y sentirse feliz y orgulloso de ello. Créeme, por experiencia, es un placer casi orgasmático (y esta palabra no viene en el diccionario) ver que alguien alcanza todo su potencial.

8. Elon Musk se queda pequeño a su lado. Porque el buen gerente no se queda con lo que ya funciona, siempre busca mejorar, innovar, no se conforma. Nunca. Y no deja que el equipo lo haga.

9. Tirofijo. Y no me refiero al guerrillero colombiano, sino a que por muy bien que nos llevemos todos en el equipo, el gerente no puede olvidar que tienen unos objetivos y unos plazos para cumplirlos. Y es su labor transmitirlos y conseguir que todos los alcancen.

10. “Siempre positivo nunca negativo”. Esa frase que hizo famoso a Van Gaal (o al revés, no estoy muy segura quien hizo famoso a quien) es muy aplicable a los gerentes. Porque tienen que ser los más optimistas del mundo. Si ellos no se lo creen, ¿piensas que alguien del equipo se lo va a creer?

Recursos humanos para mejorar organizaciones

¿Creías que había acabado? Pues no, aún hay más:

  • Un gerente es el vigía que observa el movimiento del mercado.
  • Un gerente es el visionario que adelanta el futuro de su empresa.
  • Un gerente es la nariz que olfatea los buenos negocios.
  • Un gerente es el conductor que adelanta a su competencia.
  • Un gerente es el creyente que tiene fe ciega en su equipo.
  • Un gerente es el instigador que hace rentable su empresa.
  • Un gerente es el espléndido que hace rico a su equipo.
  • Un gerente es el hacedor que prueba de todo para conseguir sus metas.

Como dice Buzz Lightyear podría seguir hasta el infinito y más allá. Pero creo que ya te has hecho una idea de todo lo que implica. Así que sí, un gerente gana más, puede tener más privilegios y beneficios. Pero también hace más, mucho más. Y de nuevo me pregunto si aún no te he asustado…

Si sigues ahí, te estarás preguntando: ¿cómo se consigue todo esto? ¿Dónde se estudia todo esto? ¿Me decido por ADE, Económicas o Ingeniería? Pues verás: déjame decirte que no hay ninguna universidad, ni máster, ni escuela de negocios que enseñe todo lo que tendrás que hacer como gerente. Por supuesto, debes formarte, en cuantas más disciplinas mejor, pero ten en cuenta también que hay cosas que son innatas, que no se enseñan en ninguna parte, y que tienes que tener en tu forma de ser, en tu carácter, en tu ADN, e ir puliéndolas poco a poco con la experiencia.

Y esa experiencia no tiene por qué ser en una empresa. Puede ser como tesorero de un equipo de fútbol, como entrenador de baloncesto de un equipo de niños o como miembro de un casal fallero. El que tiene madera de líder no puede esconderlo, le sale de dentro. Lo importante es lo que aprendes de cada experiencia y lo que haces con ella.

Son muchos los llamados y pocos los elegidos, pero si has llegado hasta aquí, si crees que tienes todo esto que he nombrado y algo más, estás un paso mucho más cerca del puesto. Ahora sólo te queda ponerte en contacto conmigo y te ayudaré a conseguirlo.

sueldo y éxito profesional

Cuando el sueldo no motiva

sueldo y éxito profesional

Todos pensamos que el sueldo es motivador, que ayuda a que trabajemos más y mejor. Pero ¿y si te digo que esto no es cierto?

Hazte esta simple pregunta, y sé sincero en la respuesta (sino esto no tendrá sentido): si te pagaran más, ¿trabajarías más duro? Probablemente, la respuesta es en parte sí y en parte no (soy gallega, así que no puedo evitarlo). Pero si lo piensas bien, descubrirás que un sueldo más alto puede animar a cambiar de trabajo o a trabajar más rápido o más duro, pero solo durante un ratito, después pierde fuerza muy pronto. 

Es decir que, si nos suben el sueldo, nuestra productividad se verá incrementada en el corto plazo, pero pasado un tiempo volveremos a las mismas. Y no, esto no quiere decir que tengamos que dejar de pagar a nuestros empleados o dejar de subirles el sueldo, sino que hay que hacerlo, pero hacerlo bien. 

Paso a explicarme.  ¿Conocéis a Frederick Herzberg y su teoría de Motivación e Higiene? En ella Frederick habla de que las personas estamos influenciadas por dos factores, los higiénicos y los motivacionales. 

Un sueldo más alto puede animar a cambiar de trabajo o a trabajar más rápido o más duro, pero solo durante un ratito, después pierde fuerza muy pronto". 

Las cosas que crean satisfacción son las que están bajo el control del trabajador, esto es, las que se relacionan con lo que él hace y con cómo lo desempeña. De hecho, la motivación se describe como la energía que da el impulso necesario para conducir a las personas a depositar sus fuerzas en la organización con el objeto de alcanzar los resultados. Suena genial ¿verdad? Pues es posible.

Por su parte, la insatisfacción casi siempre es consecuencia de los otros factores, los que Herzberg llamó factores de higiene, que se conocen así porque producen insatisfacción si no están presentes, pero una vez que están cubiertos no tienen apenas efecto real en la satisfacción a largo plazo. Es decir, la presencia de estos factores permite que la persona no se sienta insatisfecha en su trabajo, pero no implica que generarán la motivación necesaria para la consecución de los objetivos que se le hayan puesto.  Su efecto es como un medicamento para el dolor de cabeza, combate el dolor pero no mejora la salud.

De hecho, la Motivación a través del dinero es una estrategia muy anticuada y hoy en día solo la utilizan empresas con estrategias de recursos humanos muy básicas. Y no quieres que ese sea tu caso, ¿o sí? ¿Quieres que tu empresa, independientemente de su tamaño, sea de primer nivel? Pues escucha esto: las compañías que más pagan rara vez ocupan las listas de las mejores empresas. 

coach laboral

Las políticas de compensaciones económicas para conseguir un alto rendimiento consideran que la nómina debe cumplir estos dos principios: el primero es que el nivel de salario sea el de mercado, sobre todo para evitar la rotación de personal. Y he aquí el primer buen consejo del día: debes conocer no sólo cuánto sino también cómo paga tu competencia. Si no lo sabes, ¡despierta, espabila e infórmate ya! No necesitas pagar una enorme factura de una gran consultora para saberlo, seguro que conoces a directores de empresas de tu sector con los que puedes cambiar impresiones y enterarte. Invítalos a comer y estoy convencida de que además del tema salarial podrás descubrir alguna otra cosa importante para tu trabajo.

Las cosas que crean satisfacción son las que están bajo el control del trabajador, esto es, las que se relacionan con lo que él hace y con cómo lo desempeña".

Eso sí, aquí tengo que hacer una advertencia: si descubres que estás pagando más que los demás, no se te ocurra bajar los sueldos a los empleados. Sé más listo y usa este punto en tu beneficio.

El segundo punto importante que deben cumplir las nóminas es satisfacer todas las necesidades básicas del empleado, lo que es imprescindible para conseguir su estabilidad personal. Porque sin estabilidad no hay buenos empleados, en esto estaremos de acuerdo ¿no?

Una vez dicho todo esto: ¿qué puedes hacer para mejorar la motivación en tu empresa? Hay multitud de ejemplos, desde espacios de distracción, ofrecer formación en aspectos no relacionados con su puesto de trabajo, comedor, flexibilidad en las vacaciones… Pero uno que es básico y que se puede llevar a cabo de la manera más sencilla y barata es reconocer los puntos fuertes y el trabajo bien hecho. Ante una felicitación el empleado se siente emocionalmente vinculado y eso sí es motivador. Porque nada se agradece más que una sincera palmadita en la espalda y, además, comprobarás lo bien que te sientes tú también.

 

coach laboral

¿Cómo proteger a mi equipo de miembros conflictivos?

coach laboral

El mundo no siempre es de color rosa. Y coger el camino fácil, aunque es tentador, no es lo que te ha llevado a donde estás ¿verdad? A veces, nos toca lidiar con personas dentro del equipo que, en lugar de sumar, restan, y eso suele ser frustrante, muy frustrante, de hecho. Y lo es más si resulta que esa persona antes era de tu total confianza, pero ha cambiado y ahora te está decepcionando día a día, y peor aún, crea conflictos con los demás y torpedea el desempeño del resto del equipo.

Así que ¿qué podemos hacer? Lo primero, ¡calma! Sé que a veces lo que te pide el cuerpo es estallar por fin ante alguna de sus provocaciones y que se quite de tu vista de una vez. Lo entiendo, de verdad, todos somos humanos y tenemos un límite, pero vamos a ver si podemos tratar de darle la vuelta a la situación. Recuerda que si está ahí es porque en algún momento fue beneficiosa para el equipo, y podemos conseguir que vuelva a ser igual o incluso más valiosa. Así que insisto, aunque sé que es difícil lo conseguirás: ármate de paciencia y ¡calma! Necesitamos que estés centrado y con una actitud positiva para enfrentarte a este reto, esto es fundamental. Ese es el primer paso: tú.

Lo segundo que tenemos que hacer es saber por qué esa persona está actuando así. Evidentemente tiene que haber un motivo para su comportamiento. Ese motivo puede ser laboral o personal, pero sea cual sea su origen tienes que conocerlo para saber si está en vuestra mano ayudarle a solucionarlo y superar este momento juntos. Si lo conseguís (estoy segura de que así será) piensa que esto os unirá más y le darás la vuelta a la situación, pasarás de tener un empleado difícil a un devoto trabajador. Y no solo eso, sino que conseguirás también el reconocimiento del resto del equipo, porque serás su salvador. Ten estos beneficios en mente porque te ayudarán en tu motivación para afrontar el conflicto.

Recuerda que si esta persona forma parte de tu equipo es porque en algún momento fue beneficiosa para él, y podemos conseguir que vuelva a ser igual o incluso más valiosa". 

Y ahora, llega el momento: tienes que reunirte con él. Sí, no puedes obviar el problema, ni delegarlo, ni esperar a que solucione solo. Tienes que coger el toro por los cuernos, sentarte con él, ver qué está pasando y tratar de recuperar a esa persona para la empresa. Y cuanto antes lo hagas mejor: solucionar un problema cuando es pequeño es más fácil que hacerlo cuando se ha hecho gigante.

Para afrontar esta reunión te doy unos cuantos consejos. El primero es obvio: hazlo en privado. Si vais a hablar de cosas tan trascendentales que están alterando el clima laboral debéis hablarlo entre vosotros y que nadie más sea testigo. Así conseguirás que se abra más a ti y te ayudará a profundizar en la raíz del conflicto.

Otro punto importante en esa reunión es tu actitud: tienes que encontrar la manera de ser claro, pero amable y conciliador. Solo así conseguirás que se abra a ti y te cuente lo que sea que está pasando. Muchos intentarán ponerte nervioso, incluso sacarte de tus casillas con sus quejas. Tienes que mantener la compostura y hacer gala de tu saber estar ante este perfil de empleado. Mantén una posición relajada y nunca eleves el tono de voz, aunque él sí lo haga.

Tienes que encontrar la manera de ser claro, pero amable y conciliador. Solo así conseguirás que se abra a ti y te cuente lo que sea que está pasando".

Te puede ayudar la puesta en escena, es decir, cómo os sentéis. No te pongas en tu sillón, detrás de tu mesa, porque de esta manera parecerá que lo estás enfrentando y no es esa la situación que necesitas. Así que siéntate a su lado. De esta manera le estarás transmitiendo tu buena disposición y allanará el camino para que te hable de lo que le preocupa.

Y ahora al lío: cómo llevar la reunión. Ya sabes que se cazan más moscas con miel que con hiel, así que empieza recordándole que posee grandes cualidades que son valiosas para vosotros (porque las tiene, sino no estaría en vuestro equipo, y por ellas es que quieres que se quede). Eso hará que baje la guardia, te preste toda su atención, y, sobretodo, que no se ponga a la defensiva. Por supuesto no podemos quedarnos ahí, a continuación tienes que ser muy claro en que existe un conflicto, que estás ahí para lo que necesite, y que tu intención es ayudarl@ a solucionarlo. Ojo: no se trata de hacer todo lo que el empleado quiera pero sí de dedicarle más tiempo y atención. Hazle ver cuál es su conducta pero también cómo podrías ayudarle a mejorarla.

Lo sé, es un proceso largo, que requiere tiempo y paciencia y que, con frecuencia, querrás abandonar. Pero no te rindas, recuerda los beneficios que comentamos con anterioridad, que son mejores que la alternativa: que una persona valiosa tenga que abandonar el equipo.

Como cierre de la reunión es importante que establezcáis algunos compromisos. Esos compromisos deben ser mutuos, sí mutuos: recuerda que te has comprometido a ayudar, así que como conclusión tal vez sea bueno que hagas un resumen de lo que habéis acordado. Cuando lo hagas empieza por tus deberes, y después pasa a los suyos. Así le demostrarás que estás implicado al 100 %, que apuestas por él y que vais a conseguirlo, juntos.

Además, debéis acordar fechas para hacer el seguimiento de esos compromisos. Procura que no se dilaten mucho en el tiempo porque este trabajador requerirá que estés pendiente de él durante las próximas semanas.

Sé lo que parece: es más fácil decirlo que hacerlo. No te agobies, claro que puedes hacerlo. Solo tienes que encontrar la manera: ¿me dejas ayudarte? Tal vez podríamos ensayar juntos esa reunión, buscar la mejor manera de enfocarla y llevarla con éxito. Y hablar después de que la hayas tenido para que sea efectiva y no se quede en una simple charla más. Depende de ti, ¿quieres ser el salvador o el verdugo?