A todos nos dan miedo los cambios. Y es un horror, porque actualmente vivimos en una sociedad que no sólo se transforma constantemente, sino que lo hace a velocidad de vértigo. Así que he pensado que sería buena idea hablar de cómo superar el miedo al cambio.
Estoy segura de que si preguntáramos a la gente que tenemos alrededor si cambiarían algo de su vida, todos responderían que sí. Por muy cómodos que se sientan con ella, por muy felices que sean, siempre hay algo que les gustaría que fuera diferente.
Pero ¿cuántos hacen algo para cambiar lo que no les gusta? Muy pocos, poquísimos diría yo, principalmente porque tienen miedo. Porque el miedo nos paraliza y nos bloquea en la toma de decisiones.
Y, sin embargo, a pesar de nuestras resistencias, cambiamos: un 1% de las células de nuestro cuerpo se renuevan cada día, así que ni siquiera físicamente eres el mismo de ayer. Ni serás el mismo mañana, aunque no te des cuenta.
A pesar de nuestras resistencias, cambiamos: un 1% de las células de nuestro cuerpo se renuevan cada día, así que ni siquiera físicamente eres el mismo de ayer. Ni serás el mismo mañana, aunque no te des cuenta.
Cambias cuando creces, cuando tienes familia, te mueves, te mudas de casa, de coche… enfermas, te curas. De modo que, ¿por qué dices que te da miedo el cambio? En realidad, ya lo estás haciendo: estás cambiando constantemente.
Así que ¿por qué resistirse?
Pero lo hacemos, a veces demasiado. En muchas ocasiones no tiene sentido, y lo sabes, porque el cambio implica que sales de una situación mala para ir a una mejor.
Aún así, ante nuevas situaciones, a veces nos quedamos paralizados, ¿verdad? Por eso es importante saber cómo superar el miedo al cambio.
Está claro que hay diferentes tipos de cambios y para cada uno hay un nivel de resistencia diferente.
Los hay reversibles, pero también los que no tienen vuelta atrás.
Unos son bruscos, y otros suceden tan despacio que ni siquiera te das cuenta de que están ocurriendo.
Algunos los ves venir, pero otros suceden de golpe sin que nada te haya prevenido.
Unos son voluntarios y otros no. Los primeros son más fáciles de llevar, pero los segundos, pues no, para qué engañarnos.
Cuando el cambio está previsto, es planificado y, sobre todo, si es voluntario, lo afrontamos mejor porque tenemos la sensación de que mantenemos el control. Sentimos que somos nosotros los que vamos al volante.
Cuando el cambio está previsto, es planificado y, sobre todo, si es voluntario, lo afrontamos mejor porque tenemos la sensación de que mantenemos el control. Sentimos que somos nosotros los que vamos al volante.
Pero si nos encontramos la maleta en la puerta cuando llegamos a casa, y no te lo esperabas, el mundo se empieza a tambalear bajo nuestros pies. Y sentimos miedo, mucho miedo.
¡Arghhhhhhh!
En cualquier caso, todos los cambios requieren un periodo de adaptación. Y la forma en la que se produce esa adaptación dependerá, sobre todo, de nuestros recursos personales.
Así que la pregunta que viene a continuación es obvia: ¿crees que tienes las herramientas necesarias para afrontar los cambios que vienen o necesitas ayuda?
Si las tienes, ¡enhorabuena!
Todos los cambios requieren un periodo de adaptación. Y la forma en la que se produce esa adaptación dependerá, sobre todo, de nuestros recursos personales.
Pero si no, vamos a ver si estos consejos sobre cómo superar el miedo al cambio pueden ayudarte.
- Maneja bien las expectativas:
Antes de nada, ten presente que nadie espera que te hagas a la primera con la nueva situación. Tener un nuevo bebé en casa cambia las rutinas de todos, y todos sabemos que lleva un tiempo hacerse con ellas.
Date tiempo, respira, relájate, hazte poco a poco con la situación. Tú decides qué, cuándo y cómo. Tú puedes.
- Sé honesto contigo mismo:
¿Has pensado sinceramente qué es lo que te frena? ¿Es posible que lo que te ocurra sea que te cuesta salir de tu zona de confort?
Luchar por lo que quieres implica tener que salir de ahí, ponerte las pilas… Y eso cuesta. Pero puedes hacerlo.
Visualízate en el lugar donde quieres estar, y lo que implicaría para ti llegar ahí. Eso te ayudará a vencer parte de tus resistencias.
Nadie espera que te hagas a la primera con la nueva situación.
- Implícate al máximo:
¿Cuántas personas conoces con un objetivo, pero nunca llegan a él? Muchas. Muchísimas. Eso es porque no están enfocados al 100% en su meta.
Si tienes un objetivo, un sueño, un proyecto, debes estar totalmente centrado en él.
Invierte tiempo cada día en conseguirlo, desarrolla una estrategia y sigue el plan. Solo así conseguirás avanzar poco a poco hacia la dirección correcta.
- Relativiza la situación:
Es importante que tomes perspectiva, que revises otros retos que afrontaste en el pasado y que conseguiste superar con éxito.
Una idea que te puede ayudar puede ser que te fijes en modelos positivos que los hayan hecho antes.
El cambio es para bien, y cuanto antes lo entiendas y lo aceptes antes serás capaz de afrontarlo.
- Sé paciente:
Existen cambios instantáneos, como el Cola Cao, pero normalmente llevan su tiempo y no suceden de la noche a la mañana. Así que tómate tu tiempo, pero, eso sí, sé constante y no desesperes. Todo llegará a su debido tiempo.
- Anticípate:
Trata de tener la máxima información para poder adelantarte a los acontecimientos. Si eres capaz de ver lo que está por venir, te será más fácil lidiar con ello.
De esta manera convertirás el miedo en motivación y autorrealización. Y eso es muy bueno: te ayudará a avanzar.
- Recuerda:
Ya has hecho esto antes, has cambiado un montón de veces, has evolucionado mucho desde que empezaste, y siempre te ha ido bien. ¿Por qué ahora no debería hacerlo?
Recuerda cosas que hayas hecho en el pasado que te ayudaron en el proceso de cambio, e identifica, de esa experiencia, las que hiciste bien. Piensa “¿cómo puedo aplicar lo que sé a esta nueva situación?”
Existen cambios instantáneos, como el Cola Cao, pero normalmente llevan su tiempo y no suceden de la noche a la mañana.
- Cambia los pensamientos negativos por positivos:
Te suenan estas frases, ¿verdad? Pues ¡¡fuera malos pensamientos!!. Si te convences de que no puedes no podrás, así de simple.
CAMBIA ESTO… | POR ESTO… |
“No lo voy a conseguir” “No puedo hacerlo” “Esto es demasiado difícil” “Estaba mejor antes” “Quien me manda a mí meterme en esto” | “Soy capaz” “Puedo hacerlo” “Esto ya lo he hecho antes” “Tengo que conseguirlo” “Sólo depende de mí” |
- Y si…:
El éxito tiene un precio, sí, pero ¿qué pasará si no aprovechas esta oportunidad? Ya sabes que el tren solo pasa una vez, o eso dicen.
El éxito tiene un precio, sí, pero ¿qué pasará si no aprovechas esta oportunidad?
El miedo al cambio es un sentimiento. Y es normal que te asuste, porque al cambiar sentimos que dejamos atrás nuestra seguridad.
Lo conocido, por costumbre, nos aporta calma, nos da tranquilidad. Sabemos qué esperar y cuándo y eso nos da la oportunidad de prepararnos para lo que está por venir.
Sin embargo, al cambiar creemos que dejaremos de ser como somos, que perderemos nuestra identidad, esa que hemos construido a base de mucho esfuerzo. O que perderemos nuestra posición, esa que tantos sacrificios nos ha costado.
Pero ese pensamiento es un error: tú vas a seguir siendo el mismo cambies o no. Da igual con quién estés, adónde te vayas, lo que hagas: seguirás siendo tú. Y lo mismo vale para tu puesto: vas a uno mejor, más adecuado a ti y que te aportará mejores cosas.
Además, ¿sabes cual es la alternativa? Permanecer en el mismo sitio, siempre, y eso, amigos, sí que da miedo.
Dejar un comentario
Add a Comment