Telejefe: el jefe a distancia

Jefe distancia

Existen telejefes desde hace eones. Todos conocemos algún director que lleva distintas oficinas en diferentes ubicaciones. Es evidente que ese director no tiene el don de la ubicuidad, y no puede estar presente en todas al mismo tiempo. Eso le convierte en telejefe: el jefe a distancia

En conclusión: aunque lo parece, no es algo nuevo.

Sin embargo, parece que ser telejefe, el jefe a distancia, nos ha cogido a todos de improviso por el auge del teletrabajo. Y sentimos la necesidad de reaprender cómo ser un buen líder, porque pensamos que las armas que usábamos hasta ahora no funcionarán en la distancia.

Con teletrabajo o sin él, el mundo avanza, y un jefe que no sea capaz de mantener su liderazgo en la distancia, no será un buen líder

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Cuando estamos en la oficina sentimos que tenemos el poder al alcance de nuestras manos. Sólo con levantar la vista sabemos a qué hora llega cada colaborador, quién falta, o qué es lo que hacen en cada momento.

Todo eso, esa sensación de control, nos hace sentir bien. Incluso yo diría que lo necesitamos.

Así que liderar sin ver puede suponer todo un reto, porque la vista es uno de los sentidos en el que más confiamos.  

Aunque tal vez resulte más desafiante liderar sin que te vean, cuando todos sabemos lo importante que es predicar con el ejemplo.

Siendo sinceros, también por lo mucho que nos gusta ser un ejemplo y que nos miren, ¡confiésalo 😉!

En todo caso, es algo que debemos hacer. Con teletrabajo o sin él, el mundo avanza, y un jefe que no sea capaz de mantener su liderazgo en la distancia, no será un buen líder. Y nosotros queremos ser buenos jefes. Los mejores jefes, de hecho, ¿verdad?

Pues verás que esto es más sencillo de lo que parece, y estas Cinco C te pueden ayudar.

Confianza 

Es lo primero que se pone a prueba trabajando de forma remota. Por más que confíes en tu equipo, a partir del momento que no los tienes bajo tu mirada las dudas y los recelos enseñan su fea cara.

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¿Cómo ayudarte a confiar?

Piensa que conoces muy bien a todos los miembros de tu equipo. Sabes cómo son, y de qué pie cojea cada uno (todos tenemos debilidades, sino mírate en un espejo). Sabes, también, quién necesita que le azucen, o quién se viene abajo a la primera de cambio y necesita más atención.

Usa esos conocimientos igual que lo haces de manera presencial, solo que esta vez tendrás que aliarte con la tecnología.

Puedes hacer reuniones virtuales en grupo, pero no te olvides de hacerlas también individuales. Y que no sean siempre por temas de trabajo.

Demuéstrales que te preocupas por ellos: tómate un café virtual con cada uno, que te cuenten cómo lo están llevando. Así podrás detectar si necesitan algo más de ti.

Una forma de conseguir que se abran a ti es empezar haciéndolo tú: cuéntales cómo te sientes, cómo estás viviendo la situación. Eso hará que se sientan más libres para ser sinceros y reforzaréis más, esta vez virtualmente, el lazo que os une.

Una sugerencia: no te sientes a esperar a que te pregunten. Ponte en contacto con ellos de forma proactiva y pregunta si puedes apoyarlos en alguno de sus proyectos. 

Comunicación

Si algo bueno tiene ser telejefe, el jefe a distancia, y trabajar en la distancia es que os obligará a comunicaros más y, sobre todo, mejor. A veces, en el día a día, damos por hecho que el equipo sabe cosas que no se comunican por los canales oficiales.
 
Ahora esos canales (el café de media mañana es uno de ellos) no funcionarán igual así que necesitáis hablar, comunicaros, y contaros las cosas más que antes. Además, un contacto fluido y continuo te ayudará a derribar las barreras de las distancias.
 
Usa todo lo que tengas a mano: videoconferencias, correos electrónicos, llamadas telefónicas. Cualquier cosa que te ayude a mantener al equipo en contacto será bienvenida.
 
Tienes muchas herramientas para trabajar en línea que son tremendamente útiles: Trello, Slack, Google Drive, Microsoft Teams son algunos ejemplos. Invierte tiempo estudiándolas y viendo la forma de ponerlas en marcha con tu equipo. Me lo agradecerás 😉
 
Otra de las cosas importantes de la comunicación a distancia es que no funciona si os atropelláis y habláis unos encima de otros. Esto os ayudará a ordenaros a la hora de reuniros y poner los temas en común. Y eso es algo muy bueno.

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Ten en cuenta, además, que la comunicación debe ser bidireccional, los demás también querrán comunicarse contigo y deben poder hacerlo. Así que te toca estar disponible.

Una sugerencia: no te sientes a esperar a que te pregunten. Ponte en contacto con ellos de forma proactiva y pregunta si puedes apoyarlos en alguno de sus proyectos. 

Recuerda algo importante: ser telejefe, el jefe a distancia, y liderar, van sobre todo de gestionar emociones, y hacerlo en la distancia, es distinto, pero es posible.

Por último, no te pases. La cultura de las reuniones ineficientes es uno de los grandes obstáculos del teletrabajo. No se rinde más, ni controlas más al equipo, por reunirte más. Así que, por favor, piénsalo antes de montar una reunión. Tu objetivo debe ser: menos reuniones y más foco.

No se rinde más, ni controlas más al equipo, por reunirte más. Así que, por favor, piénsalo antes de montar una reunión.

Contribución

Cada miembro del equipo debe tener claras sus metas y sus objetivos, y también su rol dentro del nuevo proceso. Por eso es vital que comuniques claramente lo que esperas de cada uno.

Cuando un empleado sabe cual es su propósito mejora su sentimiento de identidad y su compromiso con el equipo.

Por eso es vital que determines y que transmitas a tu equipo, qué esperas, cómo lo esperas y cuándo lo esperas, tanto de manera individual como colectiva.

Te corresponde definir, por tanto, normas claras de trabajo y de evaluación, actividades y plazos de entrega.

Establecer estos estándares te facilitarán la tarea de medir, de forma individual y grupal, la efectividad y productividad del equipo. Y les ayudará a ellos a organizarse y trabajar mejor.

Una idea que te puede ayudar a establecer las expectativas son las OKRs: Objectives and Key Results (Objetivos y Resultados Clave). Empresas de la talla de Google, LinkedIn o Intel las usan. Y mejor aún, les funciona, así que ¿por qué no iban a funcionaros a vosotros?

Ah, y no las confundas con los KPI.

Colaboración

Ellos te necesitan y tú los necesitas. Pero aún más importante: ellos te quieren y tú los quieres. Aún en la distancia. Así que demuéstraselo y deja que te lo demuestren. Eso es un equipo.

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Una forma de conseguirlo, ahora que vivimos en la era de la flexibilidad, es permitir que cada colaborador organice su tiempo y cumpla con sus actividades centrándose en los objetivos y no en las horas.

Eso sí, establece horarios de disponibilidad, que deben estar claros como lo haría cualquier trabajador presencial.

Podéis registrarlos en un documento compartido que esté al alcance de todo el equipo: así sabréis cuándo podéis contar cada uno con el otro.

Es importante, si lo hacéis, respetar los tiempos de cada uno para que esto funcione.

Un equipo de alto rendimiento es mucho más que un grupo que comparte un mismo proyecto. Se trata de un conjunto de individuos en el que el trabajo de cada uno dependerá directamente del resto. Esto es aún más importante en el caso del teletrabajo, y como telejefe, necesitas que funcione correctamente.

Tienes que conseguir que el nosotros sea más importante que el yo. Pero tú ya lo has conseguido presencialmente, así que ¿por qué no ibas a conseguirlo en la distancia?

La cooperación y colaboración ayudarán a la consecución de una forma más rápida y eficiente de los objetivos. No solo es fundamental que cada miembro conozca perfectamente los objetivos a conseguir, si no que se mantenga enfocado en el logro grupal.

Algunas ideas que pueden ayudarte:

  • Pon en marcha las semanas temáticas: La semana de las reuniones efectivas (😉). Este mes apoyamos a… Unicef. La semana de los proyectos pendientes (otro 😉).
  • Recomienda la lectura común de un libro que os ayude a todo el equipo a reflexionar
  • No tienes que ser tú siempre quien prepare y lidere la reunión: empodera a otros para que sean ellos quienes lo hagan.

En resumen, tienes que conseguir que el nosotros sea más importante que el yo. Pero tú ya lo has conseguido presencialmente, así que ¿por qué no ibas a conseguirlo en la distancia?

Celebración

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Cuando reconoces un trabajo bien hecho, una meta lograda, estás fortaleciendo el sentido de equipo en tus colaboradores, estás motivándolos y reforzando su compromiso con los objetivos.

Como telejefe, haz énfasis en reconocer en cuánto valoras su labor. Ten presente que si te ocupas de recompensar a tu equipo, al final, este también te recompensará a ti. Y eso, mola mucho.

Una herramienta sencilla y divertida que podéis usar, es por ejemplo, Kahoot!. Permite crear quiz divertidos, y además de arrancaros unas cuantas sonrisas puede ayudaros a reforzar conceptos.

También podéis hacer visitas virtuales todos juntos. O jugar, juntos también, a un videojuego en línea.

Otra idea que puedes poner en marcha es decir al comienzo de una reunión que tienen que dar un agradecimiento al final.

Esto significa que pueden compartir algo que les gustó, o hablar sobre un momento divertido que provocó la reunión.

Hacerlo cambia la forma en que participan, porque saben que se les pedirá su opinión al final. Pero lo hace positivamente porque os estáis centrando en cosas buenas. Y eso une al equipo.

¿Quieres más ideas? En este artículo de mi blog tienes muchas más Ideas prácticas para motivar online

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¿Quieres ser un buen telejefe: el jefe a distancia? Pues aplica estas Cinco C y actúa con transparencia, honestidad, empatía, optimismo, apertura, inteligencia y planificación. Si necesitas apoyo, sabes que estoy dispuesta a ayudarte a reforzar las cualidades de telejefe que ya posees y que puedas construir un teleequipo de miedo.

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