El mejor trabajo del mundo

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Una o dos veces al año la prensa nos trae noticias sobre puestos de trabajo de ensueño: cuidar una isla paradisíaca durante 6 meses por 100.000 dólares, probador de camas de lujo por 1.000 libras al mes, catador de vinos californianos por 10.000 dólares al mes, viajar por todo el mundo y contarlo en un blog por 100.000 dólares al año, o incluso recogedor de bolas de golf bajo el agua cobrando 0,94 euros por bola (este último creó su propia empresa, Second Chance Balls Recyclers, en la que recibe unas 80.000 bolas al día, así que imagina su facturación).

Sé que producen cierta envidia, pero ¿y si te digo que tu trabajo puede ser el mejor trabajo del mundo? Te interesa, ¿verdad? Pues créetelo: el mejor trabajo del mundo es tu trabajo. Y eso es en lo que debes enfocarte y en lo que debes, y puedes, trabajar.

A veces no apreciamos lo que tenemos. Llevamos tanto tiempo haciendo algo, o en el mismo puesto, que perdemos la perspectiva, y olvidamos lo que tanto nos gustaba al principio. Automatizamos los procesos y perdemos, en el camino, la ilusión y la capacidad para sorprendernos. Pero eso tiene que cambiar, y tiene que cambiar hoy mismo.

Tienes que saber qué es lo más importante para ti: horario flexible, tener un buen sueldo, conocer a mucha gente, que te resulte inspirador o que sea un reto constante".

El primer paso es preguntarte qué quieres. Puede parecer una pregunta tonta, pero no lo es: nuestras prioridades van cambiando con el paso de los años y nuestros deseos también. Con 24 nos encanta viajar y dormir cada día en una nueva ciudad, pero con 44, y tu familia esperándote en casa, hacer eso mismo puede resultar duro. Por eso tienes que saber qué es lo más importante para ti: horario flexible, tener un buen sueldo, conocer a mucha gente, que te resulte inspirador o que sea un reto constante. Son muchas las cosas que pueden influir a la hora de hacer de tu trabajo una tarea feliz. Y ahora, tu primera misión es descubrirlo.

Una vez que sepas lo que quieres es el momento de evaluarte, ser sincero contigo mismo, y ver cuales son tus habilidades y fortalezas, que son las que te ayudarán a conseguir que tu puesto sea el puesto soñado. Invierte tiempo en conocerte, descubre qué te gusta y qué sabes hacer muy bien, y busca la manera de utilizar tus puntos fuertes lo máximo que puedas. Una idea para conseguir esto sería preguntarte cada día ¿cómo lo puedo hacer mejor? ¿Más divertido? ¿Más creativo? ¿Más rápido? ¿Más fácil? Y hazlo, porque eso solo depende de ti.

Tu trabajo evoluciona en la medida en que tú sabes más sobre cómo hacerlo mejor. No te estanques, reacciona, busca una manera distinta de hacer las cosas."

A continuación, dedícate a aprender. Habla con tus compañeros y aprende de ellos. Te ayudará ver las cosas desde su punto de vista, desde otra perspectiva, seguro que aprecias matices que te habían pasado desapercibidos. Aprovecha para asistir a todos los cursos, charlas, seminarios y webinars que puedas. No tienen por qué ser exclusivamente temas relacionados con tu trabajo, pueden ser de otros temas que te atraigan, porque te pueden aportar ideas que puedes implementar en tu día a día. Además, ese conocimiento es tuyo y te lo llevarás donde quiera que vayas, porque ya sabes: el saber no ocupa lugar. Estudia, investiga por internet. Tu trabajo evoluciona en la medida en que tú sabes más sobre cómo hacerlo mejor. No te estanques, reacciona, busca una manera distinta de hacer las cosas, porque, aunque ahora no lo creas (llevas mucho tiempo haciendo lo mismo), siempre hay otro camino que llega al mismo sitio. O tal vez para llegar a un sitio mejor. No lo sabrás si no lo intentas.

Piensa que no tienes que hacer un cambio total, de golpe. Da pequeños pasos, cambia tu rutina, haz cosas distintas, cosas que no hacías hasta ahora, y eso te ayudará en tu camino. Puedes empezar con pequeños cambios de personalización: cambia tu fondo de pantalla, o los colores de las ventanas de tu ordenador, o la decoración de tu lugar de trabajo, o el lugar donde tomas el café. Pueden parecer cosas tontas, pero te ayudarán porque provocarán en ti un efecto renovador que te hará sentirte mejor. Al romper con tu rutina, al ver las cosas distintas, automáticamente aumenta tu concentración en lo que tienes delante y percibes más detalles, sientes como que estás ante algo nuevo. Y eso es muy bueno y te impulsará hacia el cambio de perspectiva que necesitas.

Y, por último, pero no menos importante: ponte retos, haz algo por los demás y sobre todo DISFRUTA. Busca siempre la parte positiva de cada tarea, es la manera de ser mejores en lo nuestro y todas tienen su lado bueno, aunque al principio te cueste encontrárselo. Sé consciente del día a día de tu trabajo y recuerda qué te llevó ahí. Márcate un horario, unas tareas y, eso sí, cuando se hayan cumplido olvídate y cambia el chip. No vivas para trabajar, la vida es demasiado corta para quemar tus mejores años en algo que no te lleva ni deja nada. Y recuerda: valora lo que tienes, porque el mejor trabajo del mundo es el tuyo, y de ti depende que lo sea, de ti depende cómo lo vivas, y cómo lo sientas. Porque la felicidad está en ti.

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