Qué quieres ser de mayor es una de las preguntas que suelo hacer en las entrevistas de trabajo.
¿Por qué lo pregunto? Pues porque, por desgracia, hay poca gente que trabaja, o que busca trabajo en lo que le gusta. Más bien nos centramos en buscar un trabajo que nos dé seguridad y estabilidad.
Pero ¿dónde quedan nuestros sueños? ¿Dónde nuestra vocación? ¿Y nuestras pasiones? ¿Dónde escondemos nuestra ilusión?
Hay muchos padres que contactan conmigo para que ayude a sus hijos a elegir sus estudios. Para esos progenitores lo más importante, siempre, sin excepción, es que escojan algo con muchas salidas profesionales. Irremisiblemente, siempre pasa lo mismo.
Hay muchos padres que contactan conmigo para que ayude a sus hijos a elegir sus estudios. Para esos progenitores lo más importante, siempre, sin excepción, es que escojan algo con muchas salidas profesionales.
Que conste que les entiendo. Quieren que sus hijos tengan un futuro próspero y para eso el trabajo, que nos aporta el sustento, es un pilar fundamental.
Pero me temo que, uno a uno, los decepciono. Porque yo no creo que esa tenga que ser la elección: no creo que haya que escoger entre sueños y salario.
Piénsalo: el trabajo es algo a lo que vas a dedicar muuuuucho tiempo de tu vida. Todos lo sabemos. Por eso creo que hacerlo en algo que no te apasiona es un profundo error. Un error que podrías tener que pagar toda la vida.
A pesar de este panorama que les pinto, algunos padres siguen confiando en mí y me traen a sus hijos, y por ello les estoy profundamente agradecida: MIL MILLONES DE GRACIAS A TODOS.
Otros insisten, pero yo les hago saber, con la mayor educación que me dieron en el colegio de monjas, que no voy a condicionar a su hijo a hacer algo que no quiera hacer. Por mucho que me paguen.
Yo soy más de preguntar ¿qué quieres ser de mayor? Así que les pido que cierren los ojos, que dejen fuera todos los condicionantes que pueda haber en su cabeza (suelen ser muchos), que sueñen despiertos, y que después de todo eso me digan: “si fueses libre, totalmente libre, ¿qué es lo que más te gustaría hacer?”
Sé que todos son buenos padres, no me malinterpretéis. Soy consciente de que todos buscan lo mejor para sus hijos. Es sólo que para unos lo bueno es una cosa y para otros, otra.
¿Y quién soy yo para decir que se equivocan, dirás? Nadie, lo sé. Pero una tiene sus principios, y a estas alturas, no me voy a vender barato (realmente ni barato ni caro, porque una también tiene su vena tocapelotas rebelde a pesar de la edad).
¿Qué hago con los hijos que sí vienen? Pues lo que esperan la mayoría es una enorme batería de test psicológicos que nos permitan averiguar en qué sería el mejor. Porque lo de ser el mejor, mola. Pero a estas alturas ya te habrás dado cuenta de que ese no es mi estilo.
Yo soy más de preguntar ¿qué quieres ser de mayor? Así que les pido que cierren los ojos, que dejen fuera todos los condicionantes que pueda haber en su cabeza (suelen ser muchos), que sueñen despiertos, y que después de todo eso me digan: “si fueses libre, totalmente libre, ¿qué es lo que más te gustaría hacer?”
En todo caso, creo que hoy en día hay una gran ausencia de vocaciones. Sí, se habla mucho de emprendimiento y de startup, pero seamos sinceros: son una excepción. Una rara avis en este mundo donde la titulitis se impone y dónde perseguir los sueños parece de ilusos y perdedores.
Ahí tengo la respuesta, y eso es lo que les recomiendo que hagan.
De hecho, creo que esto es algo que deberíamos hacer todos, no sólo nuestros hijos. Todos deberíamos hacer ese ejercicio de reflexión profunda en algún momento de nuestra vida. ¿Tú te lo has preguntado alguna vez? ¿Tú sabes qué quieres ser de mayor?
Yo sí, y lo confieso: soy una acérrima defensora de que primero tiene que venir la pasión y después el dinero. O, dicho de otra forma, buscar cómo hacer dinero de tu pasión.
En todo caso, creo que hoy en día hay una gran ausencia de vocaciones. No sé si tú opinas lo mismo. Sí, se habla mucho de emprendimiento y de startup, pero seamos sinceros: son una excepción. Una rara avis en este mundo donde la titulitis se impone y dónde perseguir los sueños parece de ilusos y perdedores.
Entiendo que con 14 ó 15 años uno no sepa qué quiere ser de mayor, fuera de youtuber o gamer, claro 😂. Todavía le queda mucho por ver, mucho por experimentar y vivir.
Tal vez los 18 tampoco sea una edad adecuada para ello: demasiadas hormonas circulando por el sistema no son buenas consejeras.
Entonces, ¿cuál es el momento en el que la pasión se presenta? Hay quien desde niño sabe lo que quiere hacer, y hay quien se pasa la vida sin ni siquiera buscarlo.
La verdad es que no creo que haya una edad para esto. Creo que las cosas ocurren, que te las encuentras muchas veces sin esperarlas, pero sí sé que cuando aparecen, lo sabes. Es como cuando te enamoras: cuando llega esa persona especial, lo sabes.
Por eso debes saber que, si encuentras tu pasión eres muy afortunado. Hay mucha más gente de la que crees que no sabe lo que quiere. Así que si tú tienes una: abrázala y no la dejes marchar.
Por eso debes saber que, si encuentras tu pasión eres muy afortunado. Hay mucha más gente de la que crees que no sabe lo que quiere. Así que si tú tienes una: abrázala y no la dejes marchar.
Si, además, consigues hacerla rentable, si consigues hacer de ella tu profesión y que te permita vivir la vida que quieres, estarás un paso más cerca de la felicidad.
Te voy a decir un secreto: aún estás a tiempo para ser lo que quieras ser. Da igual la edad que tengas. Da igual cuales sean tus responsabilidades. Da igual el dinero que ganes. Da igual lo que piensen los demás. Da igual el mundo entero. Sigue tu pasión.
Y después busca la forma de hacer un montón de dinero con ella. Porque eso siempre es posible. Sea cual sea y por muy rara que sea. Y si no sabes cómo rentabilizarla, asesórate, busca ayuda. Pero, sobre todo, por favor: no te rindas. Es algo maravilloso que no te puedes perder.
Y tú ¿sabes qué quieres ser de mayor? Y más importante aún: ¿te atreves a serlo? Si necesitas ayuda, ya sabes que estoy aquí para ti.
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