Ojo: tampoco se trata de que te tires a la piscina sin agua. Tienes tu trabajo, y eso siempre estará ahí, porque, aunque no te lo dicen, sabes que no pueden vivir sin ti. O, mejor dicho, vivirían muuuucho peor sin ti, porque no olvidemos que no hay nadie imprescindible.
Pero ¿y si exploras otras opciones? Desde tu posición puedes moverte, ver, estudiar alternativas. Y cuando encuentres lo que necesitas, vas y das el salto.
Nadie tiene por qué saberlo: sólo tú. Como un infiel.
Y no es que estés siendo infiel exactamente, lo digo por si eso te da cierto reparo. La relación con tu empresa no está siendo equilibrada: tú das mucho más de lo que recibes. Así que ahora te toca a ti: ¡mueve ficha!
Voy a ponerlo en otro contexto de relación a ver qué te parece: si tienes una pareja y te decepciona un día, y otro, y otro, y otro, y así hasta el infinito… Después de miles de intentonas, de millones de oportunidades, de trillones de discusiones… ¿Qué haces? Pues te separas (la alternativa es demasiado dura, así que doy por hecho que harías lo correcto).
Dejar un comentario
Add a Comment