Vuelta a la oficina

Oficina vacía

Durante la pandemia se estima que un 34% de los españoles han teletrabajado. Es posible que una parte sigan en esa situación, pero la gran mayoría tendrán que estar de vuelta a la oficina en algún momento. Y eso es duro, porque no llevamos bien los cambios. Aunque al principio nos resistiéramos a teletrabajar, nos hemos acostumbrado a ahorrarnos los desplazamientos y a nuestro espacio de trabajo en casa, que es tan cómodo.

Así que he pensado que unos cuantos consejos para hacer más fácil la vuelta a la oficina nos vendrán bien a todos.

Tómate la vuelta a tu lugar de trabajo como algo positivo. Hemos echado de menos los abrazos, los cafés de media mañana, las conversaciones de los lunes donde nos contamos el finde, ¿recuerdas?

La actitud lo es todo

Pensamiento positivo; actitud
Tómate la vuelta a tu lugar de trabajo como algo positivo. Hemos echado de menos los abrazos, los cafés de media mañana, las conversaciones de los lunes donde nos contamos el finde, ¿recuerdas?

Tener la oportunidad de volver a estar juntos, en persona, después de tanto tiempo distanciados, es un gran avance y así deberías verlo y vivirlo. Céntrate en lo bueno, y no anticipes lo malo, porque es muy posible que no se produzca.

    • Idea: Haz una lista con todo lo positivo que tenía el trabajo en la oficina y que tanto echaste de menos durante el teletrabajo.

Después de lo que ha pasado somos más sabios y tenemos una sensibilidad distinta, yo diría que mejor: antes vivíamos demasiado rápido. Nos estábamos perdiendo muchas cosas, demasiadas.

Aprovecha la vuelta para ser mejor persona y mejor profesional

Demasiadas prisas
Si algo ha conseguido la pandemia es que ha puesto el foco en nuestras prioridades. Después de lo vivido, valoramos cosas que antes dábamos por sentado. O dejamos de darle importancia a otras que antes nos hubiesen supuesto un mundo. Y esto es algo bueno, así que sigue por ese camino.

La vuelta a la oficina puede ser una oportunidad fantástica para mejorar tu trabajo y equilibrarlo con tu vida personal.  Después de lo que ha pasado somos más sabios y tenemos una sensibilidad distinta, yo diría que mejor: antes vivíamos demasiado rápido. Nos estábamos perdiendo muchas cosas, demasiadas.

Ahora que hemos tenido tiempo de parar y pensar, y, sobre todo, tiempo para sentir, sabemos lo que queremos y, también, lo que no. Así que sácale partido a esta experiencia y realiza los cambios que necesitas para poder vivir tu trabajo conforme a tu nueva escala de valores.

    • Idea: Reorganizar tu agenda en función de tus redescubiertas prioridades te ayudará a no volver a la rutina de interminables jornadas laborales.

Pide ayuda si lo necesitas, sin miedo

Cuidado; pide ayuda
No estás solo en esto. Recibir ayuda es ahora más necesario que nunca: no te avergüences de ello. Si te sirve de consuelo, todos lo necesitamos. A veces, cuando sentimos ansiedad por el trabajo, nos avergonzamos porque pensamos que somos los únicos que nos sentimos así. Pero no es cierto: piensa que los que te rodean también han pasado por lo mismo que tú.

Si bien es cierto que cada uno lo vive a su manera, hablar con otra persona sobre cómo nos sentimos, y compartir nuestros miedos y temores, puede ser reconfortante.

Debes prestar especial atención a posibles señales de estrés o ansiedad. Si las detectas dirígete rápidamente al departamento responsable de recursos humanos y pregunta si disponéis de algún plan de bienestar o salud emocional.

Es importante no reprimir la ansiedad, sino afrontarla e intentar entender de dónde procede. Esto no significa que debas concentrarte en tus sentimientos negativos, al contrario: confrontar los miedos y comprenderlos es el primer paso para superarlos.

Debes prestar especial atención a posibles señales de estrés o ansiedad. Si las detectas dirígete rápidamente al departamento responsable de recursos humanos y pregunta si disponéis de algún plan de bienestar o salud emocional. Si no lo tenéis busca por tu cuenta un psicólogo que te ayude a superar estos momentos difíciles.

    • Idea: Haz una aportación positiva en tu empresa para que pongan en marcha un programa para el cuidado de la salud emocional del que todos los empleados podáis beneficiaros. Me permito sugerirte el programa para empresas que he creado para este fin, pero hay otros. Lo importante es que vuestra empresa cuente con uno que os apoye en caso de que lo necesitéis.

Cuídate

Dinamita; explosión Desconectar es necesario, no ahora, siempre. Estar siempre en modo ON solo conduce a la sobrecarga y el siguiente paso es la explosión. Y cuando algo explota es más difícil de arreglar. Se puede, pero es más difícil. Así que no llegues a ese punto: echa el freno ahora. Que explotes no es bueno para nadie, sobre todo para ti.

Sé que tú siempre has podido con todo, pero piensa que ahora estamos más sensibles, aunque no te lo parezca. Lo que antes no te afectaba ahora sí puede hacerlo. Así que cuidarte debe estar en tu lista de prioridades: hazlo por ti y por los tuyos, que te quieren y te necesitan.

    • Idea: Apúntate a alguna actividad que te guste, por supuesto, que no tenga que ver con tu trabajo. Pero, y he aquí el matiz importante, hazlo con alguien. Eso te ayudará a no caer en la tentación de saltártela y a cumplir tu compromiso de cuidarte y disfrutar.

Apúntate a alguna actividad que te guste, por supuesto, que no tenga que ver con tu trabajo. Pero, y he aquí el matiz importante, hazlo con alguien. Eso te ayudará a no caer en la tentación de saltártela y a cumplir tu compromiso de cuidarte y disfrutar.

Prepárate

Actitud positiva
Las situaciones nos generan menos ansiedad si sabemos lo que va a pasar. Lo conocido nos da confianza y seguridad. Eso es lo que necesitamos. Aunque llevamos demasiado tiempo conviviendo con la incertidumbre, volver a lo que conocíamos y nos es familiar es buena idea, créeme.

Han cambiado demasiadas cosas, lo sé. Y has cambiado por dentro y seguramente, también por fuera. Pero en pocos días reconocerás las sensaciones. Recordarás que has hecho esto muchas, muchas veces: el mismo recorrido cada mañana, la ropa de trabajo, los olores, incluso el sabor del mal café de la oficina que aún así, reconócelo, echabas de menos 😉. Todo eso volverá a ti, inundará tus sentidos, y te hará sentir que vuelves a CASA. Y eso, te hará sentir bien.   

Recordarás que has hecho esto muchas, muchas veces: el mismo recorrido cada mañana, la ropa de trabajo, los olores, incluso el sabor del mal café de la oficina que aún así, reconócelo, echabas de menos 😉

    • Idea: realiza un ensayo general de tu vuelta a la oficina unos días antes de la fecha marcada por la empresa. Elige un día, desayuna, vístete y desplázate a tu trabajo, tal y como lo hacías habitualmente. Incluso, si tienes la oportunidad, entra y siéntate en tu silla de siempre. Todo esto te ayudará a prepararte física y mentalmente para tu vuelta a la oficina.

Tenemos que asumirlo: hay muchas cosas, últimamente demasiadas, que no dependen de nosotros. Y luchar contra ellas es un error. ¿Por qué? Porque perderemos. La única forma de ganar esta batalla es afrontándola con positividad y viéndola como una oportunidad para avanzar y ser mejores: personal y profesionalmente. ¿Qué me dices: te apuntas al reto?

Dejar un comentario

Add a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *