He aquí mi consejo de hoy: no desconfíes de tu equipo, cree en él o no cuentes con él. En esto no hay medias tintas: o confías en alguien o no lo haces. No se puede confiar un poquito sí y un poquito, no. Y tan importante o más: haz que confíen en ti, gánate su confianza.
¿Cómo ganarte la confianza del equipo? En primer lugar: comunicándote. No te escondas, no ocultes cosas, no ignores los cambios y mucho menos los problemas. Compártelos, sé transparente. Predica con el ejemplo porque ¿cómo te van a contar lo que pasa si tú no lo haces?
En segundo lugar: cumple lo que prometes. Lo peor que puedes hacer es comprometerte a algo y no cumplirlo. Si ha pasado algo que te impide llevarlo a cabo debes ser tú quien se dirija al equipo y quien explique por qué no puede ser. En este caso, si es posible, lleva una alternativa viable, que pueda compensar la que no se puede ejecutar. Y por supuesto: nunca olvides un compromiso que le hayas hecho al equipo. Es un error garrafal y conseguirá exactamente el efecto contrario: generarás desconfianza.
En tercer lugar: evita y ataja, siempre que puedas, los cotilleos. Siempre hay algún miembro del equipo que se acercará a ti para decirte cosas como “el otro día que no estabas, fulanito hizo esto y esto otro”. Puede que sea cierto, pero no puedes darle a esa persona ese poder, porque, además, no sabes si es cierto, así que no lo permitas. Si crees que lo que te dice puede ser un indicio de algo importante contrasta la información, pregunta a los implicados, seguramente todo tenga una explicación. De hecho, es lo que ocurre en el 99% de los casos.
En cuarto lugar: tienes el mejor equipo del mundo y deben saberlo. Deben saber que lo crees y que lo defiendes no solo ante ellos sino cuando ellos no están. Que presumes de equipo. Creo, sinceramente, que una de las peores cosas que puede hacer un jefe es hablar mal de su equipo. Por favor: no lo hagas.
En quinto lugar: empodera. Si confías en ellos tienes que delegar. Y sé que delegar no es fácil, es de hecho una de las cosas más difíciles, bajo mi punto de vista, que debe hacer un líder. Pero por muy difícil que sea hay que hacerlo y hacerlo bien. Eso sí, recuerda: se delegan funciones no responsabilidades. Así que el resultado de lo que ellos hagan es cosa tuya, no les pases el marrón y te desentiendas.
En sexto lugar: motiva, no mandes. Debes convencer, ganarlos para la causa, no ordenar y dictar sentencias. Conseguir que hagan suyos los objetivos y que los compartan es uno de los mejores caminos para ganarse la confianza del equipo. De hecho, para mí una de las cosas que debe hacer un buen líder es conseguir que los demás quieran hacer lo que él quiere que hagan. ¿Estás de acuerdo?
Así que cuando tengas esos pensamientos sobre qué puede estar haciendo el equipo cuando tú no estás, confía como ellos lo hacen contigo y aleja los malos pensamientos. Todo os irá mucho mejor.